Mi estancia en el Convento San Francisco fue genial. Pasé dos noches allí y disfruté de una habitación grande con una vista espectacular. Me encantó tener una chimenea en la habitación y la limpieza fue rápida y eficiente. A pesar de que había más ocupación, la tranquilidad se mantuvo y pude disfrutar de la paz en mi habitación. Además, la persona que nos recibió fue fantástica y nos hizo sentir muy bienvenidos. El lugar tiene mucho encanto, como un Parador de España, con su estilo único y el edificio antiguo del convento.

Recomiendo este hotel, es total.

Experiencia única en un antiguo convento franciscano del siglo XVII. Las habitaciones son cómodas y cuentan con impresionantes vistas al océano y al jardín. Disfruté de relajantes tardes en la soleada terraza, tomando el sol en las cómodas tumbonas. También puedes disfrutar de refrescantes bebidas y deliciosos cócteles en el acogedor bar.

Pago en efectivo requerido.

¡Las habitaciones del Convento de São Francisco son súper cómodas! El armario privado es muy práctico y el baño viene con artículos de aseo gratuitos. Desde la habitación, puedes disfrutar de unas vistas preciosas del área circundante, el jardín e incluso el océano. Además, las camas son súper cómodas y hay una acogedora chimenea para añadir un toque hogareño. Me sentí como en casa.

Quizás lo único que no me gustó tanto fue que algunas habitaciones tenían vistas al mar o a las montañas. Pero esto es puramente subjetivo, ya que entiendo que a otros huéspedes les encantará tener esas vistas tan impresionantes.

¡Menudo paraje natural! Un montón de senderos para explorar y unos paisajes verdes de ensueño. Además, nos divertimos muchísimo jugando al golf en el Campo de Golfe y disfrutando del animado ambiente en el puerto de Ponta Delgada. ¡Fue una experiencia genial!

Lo único que nos faltó fue una fiesta loca para los jóvenes fiesteros como nosotros. Un poco más de vida nocturna y actividades para divertirnos hubiera sido perfecto.

Disfruté mucho de la elegancia y la belleza del hotel. Los pasillos y las estancias son encantadores, y me hizo sentir transportada a otra época. Además, las habitaciones eran amplias y estaban decoradas con buen gusto. Me gustó especialmente la accesibilidad del hotel para personas mayores, ya que no había muchas escaleras y había suficientes áreas comunes para descansar.

Me hubiera gustado contar con un servicio de transporte para recorrer la isla. Los niños que trabajan allí hicieron un buen trabajo, pero a veces necesitaba ayuda para moverme por el lugar.

Antiguo convento reformado con elegancia y discreción. Habitaciones amplias y decoradas con gusto.- Piscina y terrazas con vistas al mar.- Atención del personal atenta y agradable.- Ubicación ideal para hacer excursiones en coche.

Todo estupendo.

Si buscas un lugar tranquilo y con encanto, este hotel es perfecto. Puedes disfrutar de un ambiente relajado y hermoso, rodeado de zonas comunes y una piscina limpia. La atención de la dueña es amable y servicial. Además, el desayuno es delicioso, con frutas frescas y pan artesanal.

La limpieza deja mucho que desear y hay problemas con el wifi en algunas zonas.

Siempre vuelvo a este hotel en Vila Franca do Campo por su personal amable y servicial. La primera vez me ayudaron a encontrar un buen tipo de cambio. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, parking, cocina compartida, traslado al aeropuerto, sala de ocio/TV, lavandería. Volveré para un fin de semana.

disfrutamos mucho de nuestra estancia en el convento san francisco. las habitaciones amplias y de decoración austera, pero elegante. el desayuno delicioso, con queso, mermeladas y frutas. la ubicación genial para hacer excursiones en coche por la isla. la atención del personal fue siempre muy atenta y agradable. nos encantó la terraza común con vistas al mar.

Faltan detalles en el baño, como un toallero y un secador. el wifi no llega bien a todas las habitaciones.

Trato amable. Habitación cómoda. Desayuno con producto local y fruta fresca. Amplias instalaciones. Jardín con árboles frutales y gran piscina. Lugar tranquilo para relajarse, a 10 min del pueblo. 🌳😊

Trato amable, cómodas instalaciones con piscina y frutales. Perfecto para relajarse. A 10 min del pueblo. 🌴

Nos lo pasamos bomba recorriendo los senderos en medio de la naturaleza verde exuberante. El Campo de Golf y el puerto de Ponta Delgada nos fliparon, bellísimo paisaje. disfrutamos mucho de la piscina del hotel después de nuestras aventuras. ¡Fue de locos!

Lo único que nos faltó fue un poco más de vida nocturna para los jóvenes fiesteros como nosotros. Aunque entendemos que no es culpa del hotel, nos hubiera molado más opciones de fiesta en el pueblo.

Tuve una estancia maravillosa en el Convento San Francisco Villa. El antiguo monasterio reformado y decorado con mucho gusto es simplemente impresionante. Las habitaciones son amplias y cómodas, con bonitas vistas y chimenea. El desayuno recién preparado con productos locales y fruta fresca es delicioso. Las instalaciones son amplias y cómodas, con un jardín con árboles frutales y una piscina bastante grande. El hotel es muy tranquilo y perfecto para relajarse. Está a solo 10 minutos a pie del centro del pueblo.

No hay nada malo que decir. ¡Todo fue perfecto!

El ambiente histórico y encantador del edificio hizo que me sintiera transportado a otro tiempo. La habitación era amplia y cómoda, y disfruté de las vistas impresionantes hacia el illeu desde mi ventana. La piscina era agradable y refrescante, perfecta para un día soleado. El desayuno casero con frutas cultivadas por ellos fue delicioso y me hizo sentir como en casa. En resumen, recomendaría este hotel sin dudarlo.

Estuvimos con mis amigos en el Convento De Sao Francisco y fue una pasada. El hotel está rodeado de vegetación, perfecto para salir a caminar y explorar la naturaleza. Además, hay varios senderos para hacer excursiones. Cerca del hotel también encontramos el Campo de Golfe y el puerto de Ponta Delgada, que estuvieron geniales para hacer actividades y pasarla en grande. Sin duda, fue una experiencia increíble.

Si tuviéramos que pedir algo más para una diversión aún mejor, sería genial contar con un bar o una discoteca en el hotel. Aunque estaba cerca del centro del pueblo, nos hubiera gustado tener más opciones de entretenimiento nocturno para jóvenes fiesteros como nosotros.